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fuente, Las Provincias
Protección Civil retira pólvora de la mascletà por superar el calibre máximo permitido
La pirotecnia Hermanos Borredà modifica el disparo para mantener el espectáculo hasta el final
El pirotécnico Pepe Borredà tuvo ayer verdaderos problemas para sacar adelante su mascletà. A las 13.30 horas, cuando apenas faltaba media hora para el inicio del espectáculo, Protección Civil le comunicó que debía retirar parte del material pirotécnico que había preparado porque el calibre era superior al permitido.
La máxima carga autorizada en una mascletà es de 120 kilos de pólvora que debe ir colocada en masclets y carcasas de 75 milímetros como máximo. Pero durante la inspección, los miembros de Protección Civil detectaron que los calibres alcanzaban entre los 90 y los 100 milímetros, diámetros muy superiores al permitido. "La Delegación del Gobierno es la que autoriza la carga, pero Protección Civil se encarga de revisar el material pirotécnico y comprobar que coincide con lo acordado. Al examinar la mascletà han visto que los calibres eran superiores y nos hemos visto obligados a retirarla", comentó ayer un portavoz de Protección Civil.
A pesar de las explicaciones y justificaciones de Pepe Borredà no hubo vuelta atrás y el joven pirotécnico y su equipo comenzaron a cambiar y modificar la estructura de la mascletà con la velocidad del viento porque apenas quedaban unos minutos para las dos de la tarde. "Al final ha salido muy bien. Yo creo que llevaba el calibre correcto y es según como se vea. Pero bueno me lo han hecho quitar y no voy a decir más. Aunque lo hemos tenido que hacer muy rápido ya que no quedaba casi tiempo, si nos lo hubieran dicho antes...", afirmó Pepe Borredá, poco después de finalizar su disparo.
Fuentes de Protección Civil aseguraron que la inspección se debe realizar minutos antes de que comience el disparo para que esté todo en regla y no haya tiempo material para añadir más material una vez se haya supervisado. "Está en nuestras manos la seguridad de todos los espectadores que acuden a diario a la plaza del Ayuntamiento y se deben respetar los límites que se indican en el reglamento", añadió el portavoz de Protección Civil.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, recibió un informe detallado de lo que había sucedido en el disparo de ayer para analizarlo detenidamente.
Máxima seguridad
Este año, tanto la Policía Local como la Delegación del Gobierno no quieren ningún imprevisto y van a controlar al milímetro todas las cargas explosivas que se disparen en la ciudad para evitar accidentes como el ocurrido el año pasado en la calle Azcárraga, que provocó casi una veintena de heridos y cuantiosos daños materiales.
Durante todos los días de Fallas, los efectivos policiales supervisarán el transporte del material explosivo y en cada comisión fallera los propios miembros deberán acotar la zona de fuegos y evitar que en esa área se circule o se fume. Así lo acordaron la semana pasada.
Pero a pesar de la obligada improvisación y de los cambios de última hora, los hermanos Borredà pasaron y con nota el examen del público valenciano y fueron ovacionados por los asistentes.
Querían ofrecer un gran espectáculo tras varios años alejados de la plaza del Ayuntamiento debido al trágico accidente ocurrido en sus instalaciones de Rafelcofer el 15 de mayo de 2000 donde murieron 7 personas.
El luctuoso percance y las millonarias pérdidas producidas en su pirotecnia les obligó a estar apartados del trabajo hasta que nuevamente han conseguido reflotar. "Yo me siento satisfecho con el disparo que he hecho y creo que la gente también. Es un momento muy importante y todavía estoy temblando de emoción", apuntó Pepe Borredà en el balcón tras recibir un gran aplauso del público.
Protección Civil retira pólvora de la mascletà por superar el calibre máximo permitido
La pirotecnia Hermanos Borredà modifica el disparo para mantener el espectáculo hasta el final
El pirotécnico Pepe Borredà tuvo ayer verdaderos problemas para sacar adelante su mascletà. A las 13.30 horas, cuando apenas faltaba media hora para el inicio del espectáculo, Protección Civil le comunicó que debía retirar parte del material pirotécnico que había preparado porque el calibre era superior al permitido.
La máxima carga autorizada en una mascletà es de 120 kilos de pólvora que debe ir colocada en masclets y carcasas de 75 milímetros como máximo. Pero durante la inspección, los miembros de Protección Civil detectaron que los calibres alcanzaban entre los 90 y los 100 milímetros, diámetros muy superiores al permitido. "La Delegación del Gobierno es la que autoriza la carga, pero Protección Civil se encarga de revisar el material pirotécnico y comprobar que coincide con lo acordado. Al examinar la mascletà han visto que los calibres eran superiores y nos hemos visto obligados a retirarla", comentó ayer un portavoz de Protección Civil.
A pesar de las explicaciones y justificaciones de Pepe Borredà no hubo vuelta atrás y el joven pirotécnico y su equipo comenzaron a cambiar y modificar la estructura de la mascletà con la velocidad del viento porque apenas quedaban unos minutos para las dos de la tarde. "Al final ha salido muy bien. Yo creo que llevaba el calibre correcto y es según como se vea. Pero bueno me lo han hecho quitar y no voy a decir más. Aunque lo hemos tenido que hacer muy rápido ya que no quedaba casi tiempo, si nos lo hubieran dicho antes...", afirmó Pepe Borredá, poco después de finalizar su disparo.
Fuentes de Protección Civil aseguraron que la inspección se debe realizar minutos antes de que comience el disparo para que esté todo en regla y no haya tiempo material para añadir más material una vez se haya supervisado. "Está en nuestras manos la seguridad de todos los espectadores que acuden a diario a la plaza del Ayuntamiento y se deben respetar los límites que se indican en el reglamento", añadió el portavoz de Protección Civil.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, recibió un informe detallado de lo que había sucedido en el disparo de ayer para analizarlo detenidamente.
Máxima seguridad
Este año, tanto la Policía Local como la Delegación del Gobierno no quieren ningún imprevisto y van a controlar al milímetro todas las cargas explosivas que se disparen en la ciudad para evitar accidentes como el ocurrido el año pasado en la calle Azcárraga, que provocó casi una veintena de heridos y cuantiosos daños materiales.
Durante todos los días de Fallas, los efectivos policiales supervisarán el transporte del material explosivo y en cada comisión fallera los propios miembros deberán acotar la zona de fuegos y evitar que en esa área se circule o se fume. Así lo acordaron la semana pasada.
Pero a pesar de la obligada improvisación y de los cambios de última hora, los hermanos Borredà pasaron y con nota el examen del público valenciano y fueron ovacionados por los asistentes.
Querían ofrecer un gran espectáculo tras varios años alejados de la plaza del Ayuntamiento debido al trágico accidente ocurrido en sus instalaciones de Rafelcofer el 15 de mayo de 2000 donde murieron 7 personas.
El luctuoso percance y las millonarias pérdidas producidas en su pirotecnia les obligó a estar apartados del trabajo hasta que nuevamente han conseguido reflotar. "Yo me siento satisfecho con el disparo que he hecho y creo que la gente también. Es un momento muy importante y todavía estoy temblando de emoción", apuntó Pepe Borredà en el balcón tras recibir un gran aplauso del público.