Fuente: Levante EMV
Una directiva de la Unión Europea (UE) que entrará en vigor en dos años regula que los artificios de pirotecnia "no se deben mover ni erráticamente ni imprevisiblemente".
Paco Varea, Valencia
Esto supone prohibir el uso de productos conocidos bajo el nombre de "borrachos" o "carretillas" que se utilizan indebidamente en numerosas fiestas de la Comunitat y, en especial, son causa de verdaderos casos de vandalismo durante las fiestas falleras cuando grupos de personas los lanzan en distintas zonas de la ciudad.
Con la prohibición que marca la directiva europea, cuyo cumplimiento será obligatorio en dos años, también se prohíbe utilizarlos en los festejos pirotécnicos conocidos como Corda de entre los cuales destaca la de Paterna.
La celebración de esos actos son habituales en muchas celebraciones festivas del estío en poblaciones valencianas y la seguridad prima ante todo llegando incluso a realizarse en espacios cerrados y recintos llamados cohetódromos.
La misma directiva regula por vez primera el nivel sonoro máximo de los truenos de mecha en 120 decibelios. Los profesionales del sector deberán hacer las mediciones y certificarlas una empresa homologada y en caso de no hacerse su venta no podrá realizarse porque las cajas o envoltorios carecerán de la etiqueta de la CE.
El Gobierno dispone de menos dos años para realizar una transposición con el fin de aplicarla al sector pirotécnico. El pirotécnico será el responsable de clasificar los artificios de pirotecnia en varias categorías según su contenido neto en explosivos, distancias de seguridad, niveles sonoros o similares.
Los productos pirotécnicos de las tres clases no podrán superar los 120 decibelios cuando estallen en el suelo o en el aire. La distancia de seguridad para el uso también queda marcada. Para los de categoría uno será inferior, igual o superior a un metro; para la dos será de igual o superior a ocho metros y en el tercer caso la distancia deberá ser igual o superior a 15 metros. Los profesionales deberán comprobar la cantidad de decibelios de cada uno de los productos que manejan.
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Una directiva de la Unión Europea (UE) que entrará en vigor en dos años regula que los artificios de pirotecnia "no se deben mover ni erráticamente ni imprevisiblemente".
Paco Varea, Valencia
Esto supone prohibir el uso de productos conocidos bajo el nombre de "borrachos" o "carretillas" que se utilizan indebidamente en numerosas fiestas de la Comunitat y, en especial, son causa de verdaderos casos de vandalismo durante las fiestas falleras cuando grupos de personas los lanzan en distintas zonas de la ciudad.
Con la prohibición que marca la directiva europea, cuyo cumplimiento será obligatorio en dos años, también se prohíbe utilizarlos en los festejos pirotécnicos conocidos como Corda de entre los cuales destaca la de Paterna.
La celebración de esos actos son habituales en muchas celebraciones festivas del estío en poblaciones valencianas y la seguridad prima ante todo llegando incluso a realizarse en espacios cerrados y recintos llamados cohetódromos.
La misma directiva regula por vez primera el nivel sonoro máximo de los truenos de mecha en 120 decibelios. Los profesionales del sector deberán hacer las mediciones y certificarlas una empresa homologada y en caso de no hacerse su venta no podrá realizarse porque las cajas o envoltorios carecerán de la etiqueta de la CE.
El Gobierno dispone de menos dos años para realizar una transposición con el fin de aplicarla al sector pirotécnico. El pirotécnico será el responsable de clasificar los artificios de pirotecnia en varias categorías según su contenido neto en explosivos, distancias de seguridad, niveles sonoros o similares.
Los productos pirotécnicos de las tres clases no podrán superar los 120 decibelios cuando estallen en el suelo o en el aire. La distancia de seguridad para el uso también queda marcada. Para los de categoría uno será inferior, igual o superior a un metro; para la dos será de igual o superior a ocho metros y en el tercer caso la distancia deberá ser igual o superior a 15 metros. Los profesionales deberán comprobar la cantidad de decibelios de cada uno de los productos que manejan.
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